Cada 2 de mayo es una oportunidad para erradicar esta práctica que se multiplica en los establecimientos escolares pero sobre todo a través de los espacios digitales.
Se trata de una problemática social que afecta a toda la comunidad educativa: alumnos/as, docentes, directivos y familias.
De aquí la importancia que adquiere la búsqueda de soluciones consensuadas para la erradicación de este tipo de violencia, a partir de la edificación de puentes tendientes a promover vínculos basados en el respeto y la solidaridad.
El manejo del aula a cargo de maestros y profesores es fundamental a la hora de prevenir este tipo de agresión. Las herramientas esenciales son la proactividad y la construcción de un clima confianza mutua.
Se conocen diferentes tipos de bullying o maltrato:
- -Físico
- -Verbal
- -Exclusión Social
De acuerdo con los especialistas en el tema, el bullying físico es común entre los varones, y la exclusión en las mujeres.
Dentro de las consecuencias para el/la acosado/a, se destacan: la baja autoestima, la tristeza, cuadros depresivos, la introversión, la caída en el rendimiento escolar, los problemas emocionales y de salud mental, el rechazo y fobia a la escuela, la desconfianza en los demás, los dolores de cabeza, el insomnio, los vómitos, en casos extremos, los intentos de suicidio.
¿Desde el punto de vista del acosador?
Aprende a maltratar y a repetir sus acciones. Se acostumbra a intimidar, en tanto y en cuanto no es reeducado.
Suele generar tensión en la dinámica del aula. Elabora relaciones sustentadas en la superioridad y la prepotencia.
En tanto, los/las espectadores/as terminan creyendo que la violencia interpersonal es inevitable. De esta forma aprenden a ser cómplices y a experimentar conductas no solidarias.
Sugerencias para intervenir con quien sufre el acoso.
De acuerdo con el Ministerio de Educación Porteño, es prioritario:
- Escuchar y creer lo que se cuenta.
- Definir lo sentimientos sobre la realidad que se padece.
- Expresar con absoluta claridad que se le brindará ayuda.
- Tomar contacto con la familia.
- Designar un tutor/referente para que lo acompañe y le dedique atención.
Sin juzgar ni culpabilizar. - Mantener a rajatabla la confidencialidad.
- El mensaje hacia los padres o tutores será preciso en cuanto a que la decisión de detener el bullying es colectiva-docentes, familia, alumnos/as, otros profesionales involucrados-.
- Es importante que experimenten el acompañamiento institucional.
- Comprometerse a informar periódicamente acerca de las medidas adoptadas y de los resultados obtenidos.
La Subsecretaría de Coordinación Pedagógica y de Equidad Educativa del Ministerio de Educación de la Ciudad, propone las siguientes líneas de acción para intervenir con quienes practican el acoso: promover la responsabilidad de reparar el daño ocasionado, consensuar con los distintos actores intervinientes la puesta en marcha de acciones reparadoras, en todo momento, teniendo en cuenta su singularidad.
En las escuelas del ciclo secundario, incentivar la participación de los Consejos de Convivencia, desde la protección de los derechos de los involucrados.
Línea Gratuita 102/ Consejo de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes