Se trata de un Sistema Infrarrojo de Detección Rápida de Temperatura Corporal, que analiza las caras de las personas y mide la fiebre, uno de los principales síntomas del coronavirus.

En función de su efectividad, se ampliará la cantidad de cámaras para trabajar en otros destinos de manera focalizada. El segundo paso de colocación es la terminal del Ferrocarril Urquiza en Federico Lacroze y el nodo Obelisco del Subte.

Cuando la cámara detecta un alerta de una persona con síntomas febriles, se la aparta y se le mide nuevamente la temperatura con un termómetro para hacer un doble chequeo.

Si se repiten los valores, se le pedirá que firme una declaración jurada del estado de salud constatado y se le pedirá que regrese a su domicilio. Para eso se le proveerá un tapabocas y guantes, en caso de que no los tenga ya.

En el siguiente paso se le dará aviso a su empleador, y la persona detectada como positiva deberá volver a circular con un certificado médico que avale que no tiene coronavirus.

Las cámaras termográficas son una herramienta para la prevención, ya que uno de los síntomas del coronavirus es la fiebre, la cual se manifiesta, entre otras cosas, con una elevación de la temperatura en la cabeza.

Las cámaras tienen un error de 0.3 grados centígrados y fueron configuradas en 37.9 grados.

Cada dispositivo puede leer la temperatura de más de 50 personas al mismo tiempo y para su utilización es necesario un pasillo de dos metros de ancho y tres metros de recorrido.